RinconCastellano: Las distintas corrientes y épocas literarias: Edad Media, s.XV, el Renacimiento, Miguel de Cervantes - Don Quijote, el s.XVII - el Barroco, la Ilustracion, el Romanticismo, el s.XIX, la Generacion del 98, la Generacion del 27, Literatura de la Posguerra, Literatura Contemporanea, Teoria y Gramatica

La literatura del discurso multicultural de origen turco

 

 

 

La imagen del país de origen

Un argumento muy habitual entre los autores turco-alemanes es el del país de procedencia, ya sea como tema principal -en torno al que gira la obra-, ya sea como tema adyacente. Este tópico comprende, por un lado, las relaciones problemáticas con el propio país y, por otro, la existencia en el extranjero.

Son relaciones problemáticas en tanto en cuanto la lejanía torna más difusas las imágenes que los escritores recuerdan de la realidad de su país, idealizándolo frecuentemente; a su vez, se muestran más críticos con la realidad social del país de acogida, destacando a menudo los aspectos más negativos de éste. Precisamente uno de los rasgos más relevantes de la emigración es que ésta pone de manifiesto la ausencia de límites claros entre origen y extranjero. En este sentido, la emigración convierte el país de procedencia en lugar desconocido y el extranjero en lugar conocido:

“Gerade die Migration zeigt deutlich, dass es keine klare Grenze zwischen (der) Heimat und (der) Fremde gibt. Durch die Auswanderung wird oft Fremde zur Heimat und Heimat zur Fremde.“ ( Mansour Bavar, A (2004): Aspekte der deutschsprachigen Migrationsliteratur. Die Darstellung des Einheimischen bei Alev Tekiney und Rafik Schami. München: Iudicium, p. 21)

Son, por tanto, dos conceptos opuestos que se hallan, empero, estrechamente imbricados, ya que no puede existir la una sin la otra, excluyéndose mutuamente en sus variantes puras e incontaminadas ( Vid. Amodeo, Immacolata (1996): Die Heimat heiβt Babylon. Zur Literatur ausländischer Autoren in der Bundesrepublik Deutschland. Opladen: Westdeutscher Verlag, p. 204).

Ambos conceptos se sustentan mutuamente en una dicotomía de contrarios. Esta oposición se refleja de formas muy variadas en las obras de estos autores: En primer lugar se encuentran aquellos que añoran su país, Turquía, y desde la lejanía trazan un cuadro idealizado de la misma. Otros, por el contrario, idealizan a priori el país de acogida y sufren el consiguiente desencanto, cuando se enfrentan a la realidad alemana. Finalmente, están aquellos que intentan plasmar un retrato fiel del país de acogida. No caen en el sentimentalismo patrio y reflexionan sobre la situación derivada de la emigración. Abordan esta idea desde un ángulo que persigue un acercamiento entre ambos países, ya que - de forma parecida a como ocurre con la influencia de dos culturas - los autores y por consiguiente sus personajes participan de ambos países, el propio y el extranjero.

El retrato idealizado, tanto del país de origen como de la sociedad de acogida, es más frecuente en los autores de la primera generación. La génesis de esto reside en la imagen de la República Federal de Alemania difundida en Turquía. De este modo, se observa que muchos de los personajes retratados en las obras de los escritores turcos de primera generación huyen de la situación socio-económica y política reinante en Turquía. Proceden de zonas rurales, frecuentemente del Este de Anatolia, la zona geográfica más subdesarrollada de Turquía y se trasladan a Alemania creyendo que allí todo van a ser facilidades, que van a encontrar un trabajo que les permitirá ganar suficiente dinero como para volver a su pueblo y montar un pequeño negocio:

“Auf der anderen Seite konnte man kaum glauben, was die aus Deutschland zurückkehrenden erzählten. Als ob man in Deutschland das Geld auf der Straβe findet. Dieses Thema über Deutschland hinterlieβ bei ihnen [los turcos en Turquía (nota aclaratoria de la autora)] einen tiefen Eindruck. Auch sie wollten in dieses ‚Paradies auf Erden’ gehen.“ (Kavasoglu, Nazim (1980): “Gestohlener Teppich”, en: Biondi, Franco / Naoum, Jusuf / Schami, Rafia / Taufiq, Suleman (1980 eds.), Im neuen Land. Südwind gastarbeiterdeutsch, Bremen: CON Verlag, p. 83 )

Sin embargo, al llegar a Alemania se encuentran con una sociedad que les es hostil, donde tienen que trabajar muy duro para poder ahorrar algo de dinero. En esta situación vuelven los ojos hacia sus orígenes, donde creen que todo es más puro, más auténtico y menos contaminado.

De este modo se advierte entre estos creadores una tendencia a idealizar el país de procedencia, pues, como afirma Horst Hamm, contraponen un lugar protector y bondadoso, que constituye su refugio, al frío país de acogida que los menosprecia y humilla.

“In der Not schaffen sich viele Migranten schreibend ein gutes Objekt. Der als böse, kalt, fremd und abstoβend erfahrenen Bundesrepublik stellen sie die „gute”, die beschützende Heimat entgegen und können so in einer Welt überleben, die sie als feindlich erleben.“ (Hamm, Horst (1988): Fremdgegangen – freigeschrieben. Eine Einführung in die deutschsprachige Gastarbeiterliteratu., Würzburg: Königshausen und Neumann, pp. 75 ss )

El emigrante ha de crearse una ilusión que le permita superar las penurias que vive en el extranjero, tanto físicas como psíquicas. Su desarraigo torna más fuertes sus lazos con su lugar de nacimiento – un país idealizado, que guarda escasa verosimilitud con la nación de la que procede, ni en el momento en el que la abandonó, ni en el momento en el que escribe su obra.

Por consiguiente, el país nativo constituye para muchos inmigrantes un punto de huida, un lugar seguro donde refugiarse y sentirse como en casa. La disociación entre país de origen y de acogida es manifiesta en este fragmento:

“Meine Heimat ist die Türkei, aber 14 Jahre meines Lebens habe ich in Deutschland verbracht, bin also hier aufgewachsen […] Der Kontrast zwischen meiner eigentlichen Heimat und meiner sozusagen zweiten Heimat Deutschland in Bezug auf Kultur, Tradition, Mentalität, Politik, Wirtschaft und Religion macht mein Leben in Deutschland nicht leicht. [...] Es kommt doch häufig zu Miβverständnissen und damit zu Spannungen im Zusammenleben mit den deutschen Bürgern. Daher ist es selbstverständlich, daβ ich mich in dieser Umgebung oft unverstanden, allein, isoliert und müde fühle.
Dagegen ist mein Aufenthalt in meiner Heimat jedes Jahr zur Zeit der Sommerferien um so schöner. Man trifft die lieben Verwandten, Freunde und Nachbarn wieder, wobei ich sagen muβ, daβ die Beziehungen zu diesen Menschen etwas ganz anderes bedeuten als ähnliche Beziehungen in Deutschland. Sie geben mir das Gefühl von Geborgenheit, Glück, Zufriedenheit, Vertrauen und Gemeinschaft.“(Çalişkan, Deniz (1983): “Grenzübergang”,en: Ackermann, I. (1983 ed.), In zwei Sprachen leben. Berichte, Erzählungen, Gedichte von Ausländern. München: Piper, p. 214 )

Diferencia claramente su vida en la República Federal de Alemania de su vida en Turquía. En el país de acogida se siente solo y aislado, ya que no pertenece del todo a esa sociedad. Por el contrario, en Turquía es aceptado tanto por los parientes como por los vecinos, que le hacen sentir en casa y ser bienvenido. A la tensión inherente a la convivencia entre población autóctona alemana e inmigrante contrapone la felicidad derivada de las relaciones entre vecinos y familiares en su patria, al aislamiento la compañía, a la incomprensión la comprensión.

Yüksel Pazarkaya refleja de forma muy plástica la percepción que el sujeto tiene del país de acogida en el siguiente fragmento del relato Welt auf Gleis (Pazarkay, Yüksel (1986): “Welt auf Gleis”,en: Ackermann, I. / Weinrich, H. (1986 eds.), eine nicht nur deutsche Literatur. Zur Standortbestimmung der „Ausländerliteratur“. München: Piper ). Mediante la descripción de la conducta del yo narrativo en un medio de transporte esboza la inseguridad de éste en el tranvía en particular y en el país en general. La situación de precariedad de su existencia queda manifiesta en la torpeza de su conducta. Quiere integrarse y no destacar, pero, sin embargo, la falta de seguridad que siente le lleva a desproporcionar una conducta torpe, enfatizando su percepción de los otros y el modo en el que los otros le perciben a él como individuo diferente. La opinión de los demás que refleja en este fragmento no son más que conjeturas nacidas de su plena conciencia de meteco:

“Ein gehöriges Bündel von Vorwürfen gegen einen S-Bahn-Fremdling, der ein Tolpatsch ist, der weder den Zuweg wie ein normaler Fahrgast ohne Hast und Schweiβ gehen kann, noch ohne Aufregung den Fahrkartenautomaten bedienen, dessen Herzgedröhne an seinem schweiβrot angelaufenen Gesicht, an seiner ganzen ungeschickten, linkischen Haltung vernehmbar ist, wenn er im letzten Moment durch die automatische Tür in den Zug hereinpoltert, vom Ruck des abfahrenden Zugs überrascht und geschleudert wird, keine Hand frei hat, um sich gleich festzuhalten, und mit der Hand, in der er die Zeitung zerknüllt, die Stehstange wie ein grüner Liebhaber umarmt, dem weder die Regeln noch die Gesetze dieser überschaubar anheimelnden Welt bekannt sind, die auf Schienen rattert und die für ein paar Minuten von allem Übel und Schrecken drauβen, von der groβen, weiten, unheimlichen Welt der Sorgen und Ängste, der Gefahren und Fallen absondert, mit einer Atmosphäre der Stille umhüllt, behütet und umfriedet.“ (Pazarkay, Yüksel (1986): “Welt auf Gleis”,en: Ackermann, I. / Weinrich, H. (1986 eds.), eine nicht nur deutsche Literatur. Zur Standortbestimmung der „Ausländerliteratur“. München: Piper, p. 143 )

Mediante la parataxis empleada, yuxtaponiendo e intercalando oraciones principales y subordinadas, plasma rítmicamente la desazón y angustia que el país de acogida produce en el narrador. La relevancia de su status de extranjero no reside tanto en el modo en el que le contemplan los otros, sino en la percepción que el yo narrativo tiene de sí mismo – meteco - ; este sentimiento forastero le marca de tal forma que acentúa la posible percepción foránea que los autóctonos pudieran tener de él. Su incomodidad es tal que desearía volverse invisible. Sólo siendo invisible dejaría de llamar la atención y estaría cómodo en su situación.

“Aber unauffällig kann ich in dieser Ferne nicht sein, ohne mich vollends in Luft aufzulösen, was ich mir sehnlichst herbeiwünsche.“ (Pazarkay, Yüksel (1986): “Welt auf Gleis”,en: Ackermann, I. / Weinrich, H. (1986 eds.), eine nicht nur deutsche Literatur. Zur Standortbestimmung der „Ausländerliteratur“. München: Piper, p. 142)

La desorientación del sujeto en esta sociedades debe al transplante que ha sufrido: por un lado, el cambio de una sociedad agraria a otra industrializada y, por otro, de un país en vías de desarrollo a otro desarrollado. La perplejidad de esta metamorfosis queda patente en su conducta, pues al desconocer los hábitos y costumbres de la sociedad de acogida no se comporta acorde a las reglas no escritas de ésta. Sus pautas de conducta ajenas provocan extrañeza en los nativos y él, consciente de esta extrañeza, cree que su comportamiento está en todo momento fuera de lugar.

De este mismo período data el poema Steine auf dem Weg de Zafer Şenocak en el que un sentimiento totalmente nuevo:

“Steine auf meinem Weg
vom Himmel gefallen
grüβen mich wie Brüder

wir gehören hierher
und fügen uns nicht mehr
wohin die Straβe führt

werden wir nicht gehen
dableiben und treiben
von Keimen zur Blüte

wie ein Baum wie ein Baum
den niemand gezüchtet
von niemand gerufen.“ (Şenocak, Zafer (1986): Steine auf meinem Weg”,en: Ackermann, I. Und Weinrich, H. (1986 eds.), eine nicht nur deutsche Literatur. Zur Standortbestimmung der „Ausländerliteratur. München: Piper, p. 145)

El país de acogida se ha convertido en lugar propio, que se caracteriza por su dureza, pues no ha facilitado en ningún momento la convivencia ni la integración al yo lírico, como demuestran las piedras que le ha puesto a lo largo del camino,“Steine auf meinem Weg”. El verso “vom Himmel gefallen”, las piedras caídas del cielo, constituye un símil de la iniquidad con la que ha percibido le han dificultado la cohabitación. El sujeto, empero, ha aceptado y se ha sobrepuesto a todas las dificultades e inconvenientes, tornándolos irónicamente hermanos suyos, “Brüder”, que como tales le acompañan. Los inconvenientes, al igual que los hermanos, forman parte del yo y como tal los acepta. De esta manera, una vez que admite y tolera esas dificultades como parte integrante de su existencia en el extranjero, manifiesta su decisión de permanencia en el país de acogida. No se va a marchar, sino que se quedará y dará fruto. La metáfora “von Keimen zur Blüte” enfatiza su determinación de permanecer y echar raíces. Las raíces serán fuertes y persistentes como las de un árbol. La idea de perennidad se evidencia en la repetición de “wie ein Baum”. Consecuentemente está subrayando su intención de participar en esta sociedad, pues, a pesar de no haber sido llamado por nadie, él construirá su futuro en este país. Se advierte la ruptura con el país de origen, que no es nombrado en ningún momento. Lo que importa es el aquí y el ahora, y en este momento y en este lugar ha decidido arraigar y forjarse un futuro.

Nevfel Cumart, por su parte, presenta una imagen más objetiva del país de origen, hecho al que contribuye indudablemente su experiencia personal, dado que adquiere sus conocimientos sobre Turquía de forma tardía a través de sus estudios de filología árabe y sus viajes al Norte de África y Turquía. Su descubrimiento del país turco y su cultura no le hacen caer en el sentimentalismo, ni intenta embellecer las circunstancias sociales que imperan en ésta (Véase a este respecto los poemas tod in der türkei’, ‘türkische karrieren’ o ‘türkische statistiken’, en: Nevfel Cumart (2003): Unterwegs zu Hause. Düsseldorf: Grupello, pp. 93, 90 y 91). Por el contrario, se muestra muy crítico con la situación política de Turquía, denunciando cualquier tipo de injusticia social o política, independientemente de donde ésta tenga lugar (Véase ’amerikas vietnamkrieg’ o ‘aus einem vietnamesischen lied’ en: Nevfel Cumart (2003): Unterwegs zu Hause. Düsseldorf: Grupello).

De este modo, conviene destacar la denuncia paralela que hace en su poema weihnachten de la política turca respecto a la minoría kurda y de los atentados incendiarios contra las residencias de peticionarios de asilo en Alemania:

“im osten der türkei
kurden niedergemetzelt
und im jahre zwei nach der wiedervereinigung
werden asylantenheime in brand gesteckt“(Cumart, N. (1993): “weihnachten en: Das Lachen bewahren. Gedichte. Düsseldorf: Grupello, p. 113 )

Consiguientemente, se advierte la crítica de la política turca respecto a la minoría kurda a la par que condena los incendios provocados en hogares de acogida de refugiados pertenecientes a minorías étnicas en la RFA, censurando este tipo de actividades en uno y otro país.

No obstante, hay que decir que a mayor conocimiento sobre Oriente, el país nativo cobra especial relevancia en el empleo del léxico de este poeta. En la medida en que conoce la cultura milenaria de sus padres se incrementa el número de registros estilísticos e imágenes metafóricas. Al leer sus poemas el lector evoca imágenes y espacios típicos de zonas climáticas sureñas. En un principio, los poemas se pueblan de serpientes, hormigas, lobos, granados y aparecen alimentos tan antiguos como el pan y la leche y su consiguiente simbología. A la vez, el léxico hace referencia a vientos polvorientos y ardientes que recuerdan la arena del desierto y los términos a él asociados como espejismo o las columnas del Peloponeso. Esto se traduce en los colores que emplea reflejando el mundo árabe con un predominio del amarillo y del azafrán, colores procedentes de Egipto. En cuanto a las imágenes evocadas, se repiten de modo recurrente imágenes elementales como roca, mar, sol, luna y estrellas. Con el paso del tiempo y el mayor conocimiento aparece la ampliación tanto de la dimensión espacial como temporal de sus poemas, ensanchando por una parte el área geográfica y acrecentando el espacio temporal mediante un retroceso a épocas pasadas. Simultáneamente, el lenguaje metafórico enlaza con la tradición árabe, emergiendo figuras pertenecientes a un mundo fabuloso. Así ocurre en geduld:

“der vater des vaters meines vaters
hatte augen aus stein
überlebte die eiszeit

ich schnitze tauben
mit nachtflügeln aus eiche
schicke sie der sonne entgegen.“ (Cumart, Nevfel (1990): “geduld”, en: Das ewige Wasser. Gedichte. Düsseldorf: Grupello, p. 13 )

La conexión con el pasado remoto la establece con ’el padre del padre de mi padre’ y la ’era glacial’. Así retrotrae a épocas remotas los orígenes del yo lírico. De este modo pone de relieve la trayectoria cultural de Turquía, cuyos orígenes de civilización se remontan a la era glacial. Del mismo modo, la última palabra del verso tres de la primera estrofa, ‘stein’, contrasta con la palabra ‘sonne’ del verso tres de la segunda estrofa. Antaño la era glacial, época en la que ya vivían los ascendientes del yo lírico, y ahora el sol, que cabe interpretar como sinónimo de Turquía, lugar en el que viven los familiares del poeta.

Se distingue, por tanto, cómo el poeta enlaza en el tiempo la descendencia del yo lírico, subrayando la línea ininterrumpida de la estirpe. Asimismo se aprecia la materia de la que está hecha este pueblo en el verso ‘überlebte die eiszeit’, a saber, si fueron capaces de sobrevivir a la era del hielo, también podrán superar otros contratiempos.
La paloma y la encina representan símbolos de permanencia que enfatizan a su vez los nexos con los orígenes. En Turquía, como en toda el área mediterránea, la encina simboliza la perpetuidad; la paloma, por otra parte, se convierte en mensajera de esta cultura.

El yo lírico, reconoce sus raíces culturales, se identifica con ellos y los propaga. De ahí el verso ‘ich schnitze tauben’, en el que hace hincapié en que el yo las talla, y las lanza al encuentro del sol ‘schicke sie der sonne entgegen’.

Por otro lado, en el poema träume meiner kindheit (Cumart, Nevfel (2003): “träume meiner kindheit”, en: Unterwegs zu Hause. Düsseldorf: Grupello, p. 23)se ve, por un lado, una imagen bucólica de Turquía, ya que la retrata desde el recuerdo y con los ojos del niño que fue, y, por otro, sumerge al lector en el viaje al pasado turco que realiza el yo lírico. Nevfel Cumart plasma en este poema una imagen suspendida en el tiempo, donde la acción se reduce a la contemplación del cuadro paisajístico que presenta. Toda la trama consiste en la fotografía de los veranos en Turquía, en el pueblo ‘Adana’. Retrata el pueblo como una alfombra variopinta trenzada a modo de collage, “…/ in dem ein gemisch / aus arabisch türkisch Kurdisch / wie ein bunter flickenteppich /…”.

Volviendo al tema de los aspectos árabes, se observa cómo en la segunda estrofa aparece el cuento, un rasgo típico árabe. El cuento convierte todos los días en festivos. Para ello el poeta juega con el léxico, utilizando el plural de domingos / días de sol, ‘sonnentage’, todos los días están llenos de luz, son luminosos y consiguientemente se viven como domingos. Los ‘sonnentage’ plenos de historias dan paso a las noches de los cuentos, ‘märchennächte’, en clara alusión a las mil y una noches, hasta que el sueño los vence, ‘bevor der schlaf uns umarmte’.

Proseguimos el viaje cultural en la tercera estrofa, en la que el vate se acerca al mar siguiendo las huellas de sus antecesores árabes, “…/ die arabischen spuren meiner vorfahren / waren zum greifen nah/…”.

Concluye el poema con el retorno a Alemania y la pérdida de algunos sueños de la infancia. Este final retrotrae en el tiempo la experiencia del país de origen, que interpretamos como un punto de inflexión en la biografía del yo lírico, a saber, Turquía pertenece al tiempo pasado. De ahí esa imagen de ensoñación, de búsqueda de las raíces árabes; sin embargo, dado que el yo lírico retorna al país de acogida, esos recuerdos se tornan en imagen onírica, mientras que el país de acogida es el presente.

“[…]
und jedes mal
wenn wir nach deutschland aufbrachen
blieben einige träume meiner kindheit
in der schmalen gasse zurück.“

En esta última estrofa el autor ha cerrado el círculo que con anterioridad había abierto en la primera estrofa con las palabras “die sommer meiner kindheit…”.

Por último quiero mencionar el poema strategie (Cumart, Nevfel (2003): “strategie”, en: Unterwegs zu Hause. Düsseldorf: Grupello, p. 9), en el que el autor menciona explícitamente la palabra ‘patria’, contrastando el significado que este término tiene entre su padre y él.

strategie
meines
vaters
fremde
ist meine
heimat
geworden

meine
heimat
ist die
fremde
meines vaters
geblieben

wo wir
uns
begegnen
ist
niemandsland.“

Se distingue cómo los conceptos de ‘país de origen’ y extranjero van indisolublemente unidos. La patria del padre es el extranjero del hijo y viceversa. El punto de encuentro tiene lugar en el país de nadie. Los verbos ‘geblieben’ y ‘geworden’ indican que el padre llega al país de acogida de adulto y con una identidad ya formado; consecuentemente, no es capaz o no está dispuesto a darle la oportunidad al país de acogida de convertirse en un nuevo hogar. El hijo, por el contrario, nacido en el país de acogida, contempla éste como suyo. Así, el poeta pone de manifiesto que país de origen no es el lugar que viene determinado por el derecho de sangre, sino, por el contrario, por el derecho de suelo. De igual modo, pone de relieve la alineación existente entre padres e hijos de emigrantes.

A propósito del planteamiento de este tema en Alev Tekinay, se advierte que contrapone los dos países, estableciendo una polaridad Occidente – Oriente:

“Nachbarn, Nachbarn hatte ich zuhause. Hier aber sind Menschen, die im gleichen Haus wohnen, aber keine richtigen Nachbarn. Sie grüβen nicht einmal.” (Tekinay, Alev (1984): “Die Rolltreppe en: Polynationales Literatur- und Kulturverein e.V. (1984 ed.), Der Tanz der Fremden. PoLiKunst Jahrbuch 1984.Augsburg, p. 108)

En este sentido, la autora compara frecuentemente en sus historias la vida en el ámbito rural tuco, donde la aldea o el pueblo son una extensión de la familia, con la vida en el industrializado mundo occidental, en el que reina la frialdad, la soledad y el aislamiento social.

Asimismo, retrata la situación a la que han de enfrentarse numerosos turcos en Alemania: la arbitrariedad burocrática del país.

Véase a este respecto el argumento de Leslie A. Adelson, que considera que las descripciones literarias de la confrontación entre extranjeros y burocracia alemana han de contemplarse como una confrontación con la herencia alemana del colonialismo y el racismo, no como una contraposición extranjeros versus burocracia. En su opinión, esta interpretación proviene de la consideración del colonialismo alemán a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando los propios alemanes consideraban su extenso sistema burocrático como signo de superioridad cultural frente a los nativos de África y del Pacífico Sur. (Leslie A. Adelson (1991): “Migrationsliteratur oder deutsche Lieteratur? TORKANs Tufan: Brief an einen islamischen Bruder”, en: Lüzeler, Paul Michael (1991 ed.), Spätmoderne und Postmoderne. Beiträge zur deutschsprachigen Gegenwartsliteratur, Frankfurt: Fischer, pp. 67-81.)

Aún así, esta creadora acostumbra a enfatizar las excepciones, diferenciando entre sistema burocrático, por un lado, y personas que desempeñan la labor funcionarial, por otro. Así, aunque la burocracia alemana tenga fama de ser impersonal, fría y antipática, los funcionarios son personas y como tales hay excepciones. Las categorías blanco y negro, bien y mal referidas a límites nacionales pierden toda validez en el plano individual. Siempre hay personas que franquean las fronteras nacionales y culturales por medio de gestos de amabilidad, cortesía y de interés:

“’Meinetwegen,’ murmelte der Beamte und lächelte Mustafa fast freundlich an. ’Drei Monate, okay? Ich gebe Ihnen Aufenthaltserlaubnis für drei Monate. Wenn Sie in drei Monaten eine Anstellung gefunden haben, verlängern wir Ihre Aufenthaltserlaubnis.’ Mustafa wollte den Beamten umarmen und ihn auf die Wangen küssen [...] ’Die Deutschen sind gar keine bösen Menschen,’ dachte er, während er seinen Paβ mit dem neuen Stempel [...] in die Manteltasche steckte.“(Tekinay, Alev (1984): “Die Rolltreppe en: Polynationales Literatur- und Kulturverein e.V. (1984 ed.), Der Tanz der Fremden. PoLiKunst Jahrbuch 1984. Augsburg, p. 112)

En este sentido, cabe definir las obras de esta autora como un intento perenne por hallar elementos de unión entre ambos países. Busca el punto medio, donde país de origen y extranjero presentan semejanzas.

Ya se ha dicho en el punto 3.3.2.1.2., referido a la temática relacionado con dos esferas de influencia cultural, que esta escritora retrata una amplia gama de personajes, predominando principalmente sujetos pertenecientes a la primera generación, en su mayoría inmigrantes industriales que presenta como individuos más cercanos a sus raíces y con una identidad turca más definida. A este respecto ha de señalarse que muchos de estos personajes convierten su ascendencia en un punto estable de referencia para su identidad. Ellos llegan a Alemania llevando a Turquía en sus pensamientos. Tienen pensado estar unos años trabajando y luego retornar; por consiguiente, contemplan su estancia en la RFA como un episodio pasajero y de ahí el anhelo romántico y sentimental que plasman en planes de retorno más o menos definidos. Por tanto, la imagen de Turquía de Alev Tekinay coincide con el retrato de otros autores turcos de primera generación y que aquí no se comentan por escribir sus obras en turco.

Asimismo recrea el tema ‘país de procedencia-extranjero’ como la experiencia de no hallarse en ningún lugar en casa y simultáneamente querer formar parte de dos patrias, destacando, por consiguiente, el desgarramiento que produce la doble influencia cultural. Sin embargo, Alev Tekinay no presenta este hallarse ‘en medio de’ de un modo negativo; por el contrario, algunos de sus personajes contemplan su pertenencia a dos países, que podría denominarse ‘Heimatfremde’, como una ventaja:

dazwischen
“Jeden Tag packe ich den Koffer
ein und dann wieder aus.

Morgens, wenn ich aufwache,
plane ich die Rückkehr,
aber bis Mittag gewöhne ich mich mehr an Deutschland.

Ich ändere mich
und bleibe doch gleich
und weiβ nicht mehr,
wer ich bin.

Jeden Tag ist das Heimweh
unwiderstehlicher,
aber die neue Heimat hält mich fest
Tag für Tag noch stärker.

Und jeden Tag fahre ich

Zweitausend Kilometer
In einem imaginären Zug
Hin und her,
unentschlossen zwischen
dem Kleiderschrank
und dem Koffer,
und dazwischen ist meine Welt.“

(Tekinay, Alev (1989): “Dazwischen”, en: Die Deutschprüfung. Erzählungen. Frankfurt a. Main: Brandes & Apsel, p. 7 )

Este poema describe de un modo acertado y desapasionado el hogar del yo lírico. No se identifica con el lugar del que procede, pero tampoco se inclina por el país de acogida, pese a los lazos que con éste va teniendo. De ahí el verso ‘…/ aber die neue Heimat hält mich fest / Tag für Tag stärker / ...’. Sin embargo, el yo lírico no renuncia ni al extranjero, ni a las raíces, lo que queda patente en el mismo título del poema “Dazwischen”, en medio. Los sustantivos ‘Kleiderschrank’ y ‘Koffer’ son metáforas de dos países y dos formas de vida diferentes. El objeto de reflexión en este poema gira en torno a la decisión por una u otra nación, a la par que por una forma de vida u otra. Sin embargo, el yo lírico se encuentra en un continuo tira y afloja, decidiéndose finalmente por el punto medio como cuna. De esta forma reúne ambos países y los convierte en su patria particular

A este respecto considero de interés aludir a la reflexión que John Berger hace a tenor del significado del concepto patria: “Wenn man nicht genau erkennt, was “Heimat” ursprünglich hieβ, wird man nie völlig ermessen können, was Heimatlosigkeit bedeutet. Emigration und Auswanderung heiβen ja nicht nur einfach, daβ man etwas zurückläβt, Gewässer überquert, unter Fremden lebt, sondern vor allem auch, daβ man den Sinn der Welt auflöst – und im Extremfalle – sich selbst der Unwirklichkeit anheim gibt, die nichts anderes ist als das Absurde.“ John Berger (1983): Heimat. Wo ist das?“,en: PSYCHOLOGIE HEUTE).

El continuo proceso al que está sometido el poeta se revela como un oscilar entre su anhelo por volver a los orígenes y su deseo de permanencia en el país de acogida. De esta manera, la vida a medio camino entre los dos países se torna ‘patria’.

Si bien en este poema prevalecen las asociaciones de índole negativa, representadas por la identidad inestable así como por el desarraigo, por el contrario, este mismo tema refleja asociaciones positivas en el poema Grenzgängerin oder der Schmerz-Baum(Tekinay, Alev (1986): Grenzgängerin oder der Schmerz-Baum”, en: Über alle Grenzen. Erzählungen. Hamburg: Buntbuch, p. 259 ). Para ello recurre a los conceptos ‘patria – árbol – raíces – desarraigo – apátrida’, tan frecuentes en la literatura de emigración:

“Ich bin ein Baum
mit Wurzeln in anatolischer Erde
und mit Blüten
unter Deutschlands Eisdecke.
[...]
Wäre ich dort geblieben,
würde ich vielleicht vertrocknen,
aber ohne die Wurzeln
gäbe es auch keine Blüten.

Ein Baum,
der Schmerzen hat,
weil er sich biegen muβ
über 2000 Kilometer,
[...]
Sprache Erziehung, Tradition
Anpassung, Identitätsverlust
Und Heimatlosigkeit.

Aber dieser Schmerz
Aus den Wurzeln in die Blüten
Gibt dem Baum die Kraft,
die Schranken zu durchdringen.
Hätte der Baum keine Schmerzen,
hätte er keine Macht
über Grenzen.“

El yo lírico une ambas culturas. La creatividad de éste radica en su pertenencia a dos países. Su existencia, y por ende su labor, no hubiera sido posible de no haber participado de ambos entornos culturales. Presenta en este poema una construcción de identidad positiva, derivada precisamente del conocimiento de lo propio y lo foráneo. Hay que decir que, aún presentando país de origen y de acogida desde ángulos positivos, la autora recurre a estereotipos para retratarlos. De esta manera describe Alemania con la capa de hielo, ‘Eisdecke’, y Turquía con ‘glutrot blutende Blüten wie orientalische Rosen’. Asimismo parece interesante la referencia que hace al dolor como motor impulsor susceptible de franquear fronteras: ‘Aber dieser Schmerz /…/ gibt demBaum die Kraft, / die Schranken zu durchdringen. /…’

La escritora recrea una identidad que se encuentra entre Alemania y Turquía y simultáneamente en ambos países. De ahí la imagen unificada de ambas zonas geográficas.

Por último, conviene presentar la imagen que Alev Tekinay traza del extranjero y del lugar de procedencia en su cuento Das Mädchen in der Kristallflasche (Tekinay, Alev (1991b):Das Mädchen in der Kristallflasche”, en: Das Rosenmädchen und die Schildkröte. Frankfurt a.M.: Brandes & Apsel, p. 53-66) . En este cuento narra la historia de una princesa que vive triste y desgarrada, pues dos reinas la reclaman como hija suya. Cuando pasa una temporada con la reina Bavarianna anhela la compañía de Stambulina y viceversa:

“Die Prinzessin weilte abwechselnd in beiden Reichen. Doch sobald sie im Land der einen Königin war, sehnte sie sich schon wieder nach dem Land der anderen. So war die Prinzessin immer hin und her gerissen und fühlte sich traurig und einsam.“ (Tekinay, Alev (1991b):Das Mädchen in der Kristallflasche”, en: Das Rosenmädchen und die Schildkröte. Frankfurt a.M.: Brandes & Apsel, p. 53)

Por un lado, Stambulina afirma que ella la trajo al mundo y, por otro, Bavarianna le recuerda que ella la envió a la universidad. Ambas reinas quieren que la princesa continúe su labor en el respectivo país:

“>...,wie kann sich dann mein Land entwickeln? Du bist meine Nachfolgerin. Es ist deine Aufgabe, mein Amt zu übernehmen. Du hast dieses Land von der Armut zu befreien<.“(Tekinay, Alev (1991b):Das Mädchen in der Kristallflasche”, en: Das Rosenmädchen und die Schildkröte. Frankfurt a.M.: Brandes & Apsel, p. 60 (Stambulina)

 

„>Du bist meine Nachfolgerin. Es ist deine Aufgabe, mein Amt zu übernehmen. Du hast dieses Land von der Kälte und der Gleichgültigkeit zu befreien.<“(Tekinay, Alev (1991b):Das Mädchen in der Kristallflasche”, en: Das Rosenmädchen und die Schildkröte. Frankfurt a.M.: Brandes & Apsel, p. 60) (Bavarianna)

La situación llega a tal grado de tensión que ambas reinas se enfrentan en una guerra. La acción cambia de sentido, en el preciso momento en el que los dos generales enviados a la guerra se encuentran en el Mar Muerto y recuerdan que en las aguas de este mar confluyen ambos países y, por tanto, que son gotas del mismo mar.

“Schon vor undenklichen Zeiten flieβen wir beide in dieses Meer, du vom Marmarameer kommend, ich von der Donau. So waren wir schon immer eins. Tropfen für Tropfen.“(Tekinay, Alev (1991b):Das Mädchen in der Kristallflasche”, en: Das Rosenmädchen und die Schildkröte. Frankfurt a.M.: Brandes & Apsel, p. 62)

Esta imagen le hace comprender a la princesa que pertenece a los dos países. Llega a la conclusión que su felicidad se halla en esa gota de agua del Mar Muerto. Por consiguiente, si logra introducirse en la gota de agua será feliz y plena, pues entonces dejará de estar desgarrada, ya que se encontrará en casa.

“Deshalb wuβte ..., nie mehr Sehnsucht haben würde, nie wieder hin- und hergerissen und zerfleischt sich fühlen würde. Dieser kristallene Wassertropfen war ihr richtiges Zuhause. Ihr einziges, richtiges Zuhause.“(Tekinay, Alev (1991b):Das Mädchen in der Kristallflasche”, en: Das Rosenmädchen und die Schildkröte. Frankfurt a.M.: Brandes & Apsel, p. 64)

Alev Tekinay finaliza el relato recurriendo al elemento fantástico, en este caso un mago, que transforma la gota de agua en botella de cristal y encierra dentro de ésta a la princesa. La princesa ha optado por la aparente prisión con el fin de estar en su país; de modo que la prisión no es tal, sino el lugar en el que finalmente se unen lugar de origen y extranjero, dando lugar a un nuevo hogar.

“Das Mädchen in der Kristallflasche aber liebte diese Gefangenschaft, denn es war ja keine richtige Gefangenschaft. Vielmehr war es endlich an einem Ort, einem herrlichen Ort, den man >Heimat< nennen könnte.“(Tekinay, Alev (1991b):Das Mädchen in der Kristallflasche”, en: Das Rosenmädchen und die Schildkröte. Frankfurt a.M.: Brandes & Apsel, p. 65

La vida dentro de la botella refleja la amalgama y el mestizaje de ambas culturas, subrayado por el líquido elemento, el agua del mar Muerto en el que han confluido las aguas del mar de Mármara y las aguas del Danubio.

Emine Sevgi Özdamar, por otra parte, aborda la temática del país de origen de un modo muy diferente. En su novela Das Leben ist eine Karawanserei hat zwei Türen aus der einen kam ich rein aus der anderen ging ich raus (Özdamar, E. S. (20035): Das Leben ist eine Karawanserei hat zwei Türen aus der einen kam ich rein aus der anderen ging ich raus, Köln: Kiepeneheuer und Witsch. ) presenta una imagen muy polifacética de Turquía. Aprovecha la trama de la misma, para dibujar un cuadro variopinto y multicolor. De este modo, retrata las grandes diferencias geográficas, culturales y étnicas que convergen en Turquía y simultáneamente desmitifica la imagen de un país homogéneo, ya que muestra una fotografía muy heterogénea. Por un lado, abarca las grandes metrópolis influenciadas por las corrientes occidentales, que se caracterizan por el tráfico incesante y el ajetreo del ir y venir de sus gentes. Por otro lado, retrata zonas remotas, donde la población aún está apegada a las tradiciones y costumbres ancestrales. Asimismo, refleja los estereotipos vigentes en Turquía respecto a determinados lugares. En este sentido cabe mencionar el momento en el que la profesora del colegio de Estambul le pregunta a la narradora su nombre y el de su lugar de nacimiento:

“Ich ging in die Schule. Die Lehrerin fragte alle nach ihren Namen und danach, wo sie geboren waren. Ich sagte: »Ich bin in Anatolien in Malatya geboren.« Die Lehrerin sagtre: »Dann bist du Kurdin und hast einen Schwanz an deinem Arsch.« Dann lachte sie, alle anderen lachten auch und nannten mich: »Kurdin mit Schwanz.«“(Özdamar, E. S. (20035): Das Leben ist eine Karawanserei hat zwei Türen aus der einen kam ich rein aus der anderen ging ich raus, Köln: Kiepeneheuer und Witsch, p.37 )

Cabe destacar, por tanto, que recrea la imagen del país de origen de un modo más objetivo que los escritores anteriores, dado que éste no es tan ideal como lo retratan otros autores, sino, un lugar, donde prevalecen ciertas actitudes despectivas hacia los habitantes de zonas rurales. Es un lugar, donde la procedencia de un pueblo remoto de Anatolia va unida al estigma del retraso e incultura. Así, el propio yo narrativo verifica la diferencia que existe entre ciudad y zona rural, metrópolis y pueblo o aldea, cuando vuelve a Estambul de una estancia en Malatya:

“Die Stadt war ein anderer Planet. Sie stand viel näher an der Sonne als Ĭstanbul. Ich war in ein paar Tagen ein schwarzes Mädchen, mit allen anderen schwarz gewordenen Menschen bewegte ich mich unter der weiβen Sonne. Später, als ich die Negative der Photos sah, erinnerte mich das sehr an diese Zeit, an die weiβe Sonne und die schwarzen Menschen. Also deswegen fragte die Lehrerin in Ĭstanbul, ob ich einen Schwanz am Arsch habe, weil ich in dieser Stadt geboren bin. Die Menschen in Ĭstanbul waren die entwickelten Photos, die man gerne an die Wände hängt, und die Menschen in Anatolien waren die Negative, die man irgendwo im Staub liegen läβt und vergiβt.”( Özdamar, E. S. (20035): Das Leben ist eine Karawanserei hat zwei Türen aus der einen kam ich rein aus der anderen ging ich raus, Köln: Kiepeneheuer und Witsch, p.48)

Es interesante observar, cómo la propia narradora distingue entre positivo y negativo. Contrapone el negativo de Anatolia con la foto positivada de Estambul. La polaridad país de procedencia– extranjero se revela en este fragmento en la alteridad metrópolis – campo. Los valores de Estambul, la metrópolis, constituyen la vara de medir que sirve de estándar para valorar Anatolia, su población y la lengua en sus variantes lingüísticas.

La escritora va más allá en el retrato de las diferencias existentes en Turquía y pone de manifiesto la relevancia que tienen las variantes lingüísticas. De esta manera, relata el choque entre madre e hija con motivo del idioma. La niña, que ha pasado el verano con sus tíos y abuelos en Malatya, ha adquirido el dialecto de la zona, lo que provocará la consternación de la madre que reacciona prohibiéndole el uso de ese dialecto, ya que, en caso contrario, los demás la catalogarán como una campesina.

“Meine Mutter sagte: »Sprich nicht so, du muβt wieder istanbultürkisch, sauberes Türkisch sprechen, verstehst du, in zwei Tagen fängt die Schule an. Wenn du so anatolisch sprichst, werden alle zu dir Bauer sagen, verstehst du? So sprich doch istanbulisch.«“(Özdamar, E. S. (20035): Das Leben ist eine Karawanserei hat zwei Türen aus der einen kam ich rein aus der anderen ging ich raus, Köln: Kiepeneheuer und Witsch, p.53 )

Una vez más se constata la diferencia ciudad – campo. E. S. Özdamar retrata, por tanto un país muy variado, con una gran estratificación en virtud de la procedencia de las personas. La madre insiste en que la niña utilice el turco ‘limpio’ de Estambul, para evitarle la marginación derivada de la asociación con un lugar remoto y atrasado.

En esta novela se detecta, a su vez, una crítica de Turquía, cuando la tía Sidita denuncia la dependencia de la política turca con respecto a los Estados Unidos de América.

“»Die Demokratische Partei hat das Land, ohne unsere Mütter zu fragen, Amerika in einer Nacht als Nutte serviert, auf dem Tablett. [...]
»Die Demokraten haben uns unter einem amerikanischen Schuldenberg begraben. Man sagt, wer ein Minarett klaut, soll vorher auch sein Kleid nähen, um es zu verstecken. Die Demokraten haben das Minarett geklaut, aber sie haben kein Kleid zum Zudecken«“(Özdamar, E. S. (20035): Das Leben ist eine Karawanserei hat zwei Türen aus der einen kam ich rein aus der anderen ging ich raus, Köln: Kiepeneheuer und Witsch. p. 171 )

Presenta, consiguientemente, un retrato complejo del país del que procede, donde la diversidad entre vida urbana y vida rural es muy amplia a la vez que son muy variadas las formas de vida y las prácticas culturales, que difieren dada la gran extensión del territorio turco. Todo esto conforma una imagen que se asemeja al teatro de sombras ‘Karagöz’. La madre de la narradora recurre precisamente a la imagen del teatro de sombras, para explicarle a la hija la convivencia multiétnica:

“Im Schattenspiel gibt es Juden, Griechen, Armenier, Halbstarke, Nutten, jeder spricht einen anderen Dialekt, jeder ist ein anderes Musikinstrument, redet nach seiner eigenen Zunge und versteht die anderen nicht, jeder macht an sich tin tin tin. Das ist unser Land«, sagte sie, »wir sind ein an Menschen reiches Land, aber ein armes Land.«“(Özdamar, E. S. (20035): Das Leben ist eine Karawanserei hat zwei Türen aus der einen kam ich rein aus der anderen ging ich raus, Köln: Kiepeneheuer und Witsch, p. 157)

A continuación quiero comentar la imagen de Estambul – y por extensión de su patria – que ofrece esta autora en el relato Mein Istanbul(Özdamar, Emine Sevgi (2001):Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, pp. 67 – 76). Emine Sevgi Özdamar presenta en este relato varias instantáneas de la ciudad que siente como propia tal y como queda patente en el título. El empleo del determinante posesivo revela la pretensión de propiedad manifestada por la narradora.
El inicio de la narración:

“Einmal besuchte mich ein türkischer Philosoph aus Istanbul in Berlin. Er war nur für ein paar Tage dort. Er schaute sich die Straβe an und sagte leise: »Ich glaube, ich könnte hier nicht leben.«”(Özdamar, Emine Sevgi (2001):Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, pp. 67)

y la afirmación del amigo filósofo, ‘creo que aquí no podría vivir’, induce a presuponer una comparación entre las ciudades de Berlín y de Estambul. Sin embargo, este inicio no es más que la excusa de la que se sirve el yo narrativo para dibujar varios cuadros o instantáneas de la ciudad turca:

La primera de ellas es la fotografía invernal de un avión, en el que viajan personas que van de Europa a Estambul. Entre ellas se encuentra una mujer desgarrada por el dolor, ya que acude al entierro de sus hijos, muertos en accidente de tráfico. A continuación el yo narrativo retrocede 25 años en el tiempo, a la época veraniega de su adolescencia. Esta vez el lector contempla un barco que transporta viajeros del lado asiático al europeo de la ciudad. El tercer retrato fija la mirada en la infancia y el recorrido que hace a pie con una mujer turco-griega por la ciudad griega, cuando aún se llamaba Constantinopla. Posteriormente, el lector contempla dos imágenes relativamente recientes, en las que la narradora vuelve en el espacio de pocos días a los entierros consecutivos de su madre y de su padre. La última fotografía muestra al yo narrativo en un taxi; va a pasar unos días con su amigo el filósofo, el mismo que al inicio del relato afirma no ser capaz de vivir en Berlín.

En todas ellas la creadora va retratando la ciudad y sus gentes utilizando para ello una técnica de superposición de planos temporales y espaciales.

Así, en el plano temporal presenta la ciudad actual, que alberga doce millones de habitantes, “… Seitdem Instanbul eine Zwölf-Millionen-Stadt geworden war… (Özdamar, Emine Sevgi (2001):Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p.71), a la par que retrocede en el tiempo para trazar la ciudad de su época de niñez y adolescencia, época en la que contaba con cuatrocientos mil habitantes, “Als ich ein Kind war, lebten in Istanbul vierhunderttausend Menschen(Özdamar, Emine Sevgi (2001):Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p.71) .

A su vez, en el plano espacial, esboza los diferentes ámbitos culturales y geográficos de la ciudad. De este modo retrata el ámbito cultural musulmán, hace referencia a la parte bizantina o se refiere a la zona judía. Paralelamente refleja el mestizaje cultural de esta ciudad en fragmentos como:

“»Ich bin eine Byzantinerin wie die Kirche Hagia Sophia, die in der Zeit des byzantinischen Kaisers Konstantin dem Groβen, 326 nach Christus, als eine Basilika mit Steinmauern und Holzdach gebaut wurde.«“(Özdamar, Emine Sevgi (2001):Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 69)

Esta frase resume el orgullo que siente esta mujer de su origen bizantino, al compararse en sus raíces con la iglesia Santa Sofía, construida por el emperador Constantino el Grande. Subraya, además, el origen cristiano de Santa Sofía y, por ende, de la ciudad, al enfatizar que esta iglesia se construyó como basílica, con muros de piedra y tejado de madera.

Dicho esto, el yo narrativo contrapone la respuesta del vecino musulmán, que bromea y le responde, que, aún siendo cristiana en sus orígenes, el ángel musulmán la giró en dirección a la Mekka, por lo que Santa Sofía pasó a ser musulmana, constatando de esta forma la convivencia de diferentes culturas, etnias y religiones en la ciudad:

“»Madame, ein Moslemengel ist gekommen, er hat seine Finger in das Loch einer Säule gesteckt und die Kirche Hagia Sophia in Richtung Mekka gedreht.« “Özdamar, Emine Sevgi (2001):Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, pp. 69)

Paralelamente, se observa cómo ambos planos, el temporal y el espacial, se unen en la imagen del puente que acerca las dos partes europeas, de modo que la faceta temporal queda patente en la historia de la construcción de éste:

“… über die Brücke vom Goldenen Horn. [...] ..., daβ Leonardo da Vinci […] Ein anderer Vorschlag kam 1504 von Michelangelo. [...]. Jahrhundertelang bauten die Ottomanen keine Brücke zwischen den beiden europäischen Teilen Istanbuls, weil im einen Teil Moslems und im anderen Juden, Griechen und Armenier lebten. [...] der Sultan Mahmut II. (1808-1836) wollte endlich Moslems und Nicht-Moslems in Istanbul zusammenbringen und lieβ die berühmte Brücke bauen.“(Özdamar, Emine Sevgi (2001):Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 71)

En tanto que el aspecto espacial se manifiesta a través del conglomerado de gentes que deambula por el mismo:

“Die Brücke wurde wie eine Bühne: Juden, Türken, Griechen, Araber, Albaner, Armenier, Europäer, Perser, Tscherkessen, Frauen, Männer, Pferde, Esel, Kühe, Hühner, Kamele, alle liefen über diese Brücke.“ (Özdamar, Emine Sevgi (2001):Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 71)

A lo largo de todo el relato se percibe la emoción de pertenecer a Estambul, lo que se aprecia en el periplo que hace por los lugares que recorrió de joven, buscando el recuerdo y el reconocimiento tanto en los lugares como en las caras de las personas. Tiene el convencimiento de que la ciudad la ha esperado, “Als hätte Istanbul auf mich gewartet mit seinen Millionen von Schuhen, die in den Häusern ...“(Özdamar, Emine Sevgi (2001): “Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 74)

Esta esperanza se ve cumplida, pues algunos de los tenderos se acuerdan de ella y la saludan:

“Dem Kino gegenüber lagen ein paar Läden, manche der Ladenbesitzer erkannten mich wieder und begrüβten mich,. Alle hatten weiβe Haare und weiβe Augenbrauen.”(Özdamar, Emine Sevgi (2001):Mein Istanbul”, en: Der Hof im Spiegel. Erzählungen. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 75)

Este reconocimiento constata que el yo narrativo no ha roto con sus raíces y que su ‘patria’ es esa amalgama cultural y étnica que representa la ciudad de Estambul. En este sentido cabe interpretar ‘Mein Istanbul’ como punto de unión entre diferentes culturas: Aquí se mezclan pasado y presente así como tradición y modernidad. De ahí la abigarrada imagen de Estambul que contempla el lector.

En suma, cabe afirmar que, prácticamente, todos los autores turco-alemanes del discurso multicultural abordan en algún momento el tema del país de procedencia, aunque, como se ha visto, cada uno lo recrea de un modo diferente, dependiendo de la experiencia personal del escritor en cuestión.

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